La tendencia del fitness y del estilo de vida saludable ya no es una novedad , es un hecho. Gracias a las redes sociales y al mundo 2.0 podemos decir que existe un "aura" de concienciación acerca del estilo de vida sano y del deporte. Pero cuando hablo de las RRSS, debo hacer hincapié en la palabra "SALUDABLE", que no significa imitar, o tener como referencia a las fantásticas top models y a las esbeltas instagramers que ocultan tras una foto y 100K seguidores, miles de intentos fallidos de selfies y fotos no aptas para su perfil además de muchos retoques y filtros que alejan de la realidad a esa persona.
Creo que ese es otro tema muy distinto que daría mucho de que hablar, pero hoy quiero enfocarme en lo positivo: En la cantidad de blogs de recetas saludables, de entrenamientos deportivos, de inspiración saludable, de motivación y de información de la que hoy disponemos.
Los que me seguís sabéis que me gusta cuidarme, y posiblemente me habéis visto publicar entrenamientos y rutinas deportivas en los últimos meses. En vista de que desperté vuestra curiosidad, hoy quiero hablaros de cómo empecé a cuidarme y de ejercicio físico. En concreto del llamado "Entrenamiento funcional" (Functional training) del cual puede que hayáis oído hablar.
Yo decidí empezar a cuidarme y a iniciarme en el deporte "en plan enserio" en Septiembre de 2015 motivada por este movimiento Fit que acechaba las RRSS. Pero una cosa tenía clara, no quería hacer "lo de siempre". Apuntarme a un gimnasio, acudir dos semanas muerta de vergüenza (porque siempre me ha dado muchísima vergüenza hacer ejercicio en público) y no regresar más. Necesitaba disciplina, variedad y fuerza de voluntad. De esto último parecía que ya estaba concienciada.
Entonces oí hablar del entrenamiento funcional. Unas clases dirigidas en las que repetiría ejercicios de esos que "sacan culito y tableta de chocolate", como si fuese un marine y con un señor gritando algo así como ¡CINCUENTA FLEXIONES! Definitivamente, eso es lo que yo necesitaba.
Aunque lo del señor gritando no terminó siendo real , sí que encontré una modalidad deportiva que me gustaba y que me abrió las puertas a tomar conciencia de mi cuerpo y mi fuerza de una forma divertida.
Localicé un lugar en mi ciudad donde se impartían clases de functional training y cross training y desde entonces, me adentré en el mundo de la superación personal deportiva.
¿Qué es el functional training?
El entrenamiento funcional o también llamado functional training es un tipo de entrenamiento, como su nombre indica, "más funcional", en el que los movimientos tratan de involucrar más partes del cuerpo y no en realizar movimientos estáticos, focalizándonos únicamente en un músculo localizado, como haríamos en entrenamientos tradicionales o con máquinas.
El entrenamiento funcional tiene su fundamento en la rehabilitación médica dónde a los pacientes se les enseña, tras una lesión, a realizar correctamente movimientos cotidianos. Movimientos del día a día como subir escaleras, cargar con peso o agacharse, que involucran a todo un grupo de músculos.
Este tipo de movimientos son los que se realizan en un entrenamiento funcional, modulando la intensidad.
El entrenamiento funcional puede realizarse al aire libre o en un centro. Individualmente, o de forma más dinámica, en una clase en grupo a modo de circuito. Estas clases suelen ser cortas (de 40 a 50 min) pero muy intensas.
Se pueden utilizar todo tipo de artilujios y materiales de entrenamiento como TRX (entrenamiento en suspensión), mancuernas, sacos, kettlebells, cuerdas, balones medicinales, comba, fitball... Lo que hace que los entrenamientos sean muy variados y dinámicos sin resultar rutinarios y aburridos.
Mi experiencia:
Al principio recuerdo que sentía que me ahogaba y que era incapaz de acabar las clases o el número de repeticiones estipuladas para un ejercicio. Pero en poco tiempo y con constancia empecé a sacar fondo y a trasladar ese aguante a las clases y a mi vida diaria, haciendo que las actividades cotidianas me cansasen menos y sintiendo que tenía más fuerza y energía en general, a lo largo del día (por ejemplo descargando el coche o pasando días enteros caminando de viaje)
Empecé a sentirme fuerte. Pero fuerte en el sentido de sentirme resistente, de sentirme ágil y ligera a la vez que más capaz en el aspecto físico.
Cuando me sentí cómoda en los entrenamientos, transcurridos unos 6 meses, me pasé a los entrenamientos de cross training o crossfit que si os interesa, podré desarrollar en otro post para intentar explicar las diferencias de la manera más clara posible. El entrenamiento funcional es una manera ideal para adentrarnos en el mundo del cuidado personal y del fitness. Para ir comprendiendo nuestra constitución corporal e ir observando y analizando nuestras capacidades físicas y mentales (porque todo sea dicho, el deporte también es mental).
Y chicas, recordad que las pesas NO te convierten en "Hulk". Ni en Hulk ni en una fisioculturista. Pensad que estas personas entrenan horas y horas todos los días, con una dieta súper estricta y destinada a inflar sus músculos. Nosotras con 10, 20 e incluso 50 kilos, en sesiones de 45 minutos unos días a la semana, no vamos a asemejarnos ni a acercarnos a esos cánones ni un poquito. Así que fuera el mito de que "las pesas no son para mujeres". Al revés, tenemos que desarrollar musculatura para lograr un cuerpo tonificado y definido.
Mi recomendación, si os gusta u os llama la atención este tipo de actividad, es que consultéis en los gimnasios de vuestra ciudad si disponen de una clase de este tipo para que así un profesional os pueda asesorar. La técnica es un punto muy importante de estas disciplinas y por eso un profesional debe siempre enseñarnos cómo realizar los ejercicios correctamente.
En mi caso particular acudo de Lunes a Viernes a un centro llamado "Underground" en Málaga capital. Os dejo un enlace a su página de facebook aquí por si queréis echarle un ojo.
¿Y vosotros, conocíais esta disciplina?
Espero que os haya interesado.
Con amor,
M.
